Sin categoría

Gastarme 1.500 euros en un patinete me parecía una locura. Después de un mes con el NIU KQi Air X, me parece muy sensatoAlberto de la Torre​

Como bien sabéis, en la sección de Movilidad de Xataka no sólo estamos abiertos a la prueba de coches. Aquí también nos hemos puesto a los mandos de bicicletas muy particulares que, de hecho, no eran ni bicicletas y de patinetes eléctricos.

Pero no siempre llega la oportunidad de probar un patinete eléctrico como el que esta vez hemos tenido entre las manos. Uno que, desde que entró en la bandeja de entrada, nos dio curiosidad y encendió todos los neones del interior de nuestra cabeza en los que se leía «esto tenemos que probarlo».

La presentación no podía ser más llamativa:

Patinete eléctrico
Fibra de carbono
¡¡Precio de 1.500 euros!!

Ficha técnica del NIU KQi Air X

NIU kqi air X

VELOCIDAD

Hasta 25 km/h.

DIMENSIONES Y PESO

1.139 x 118 x 541 mm

11,7 kg

CARGA MÁXIMA

Hasta 120 kg

Pendientes de hasta el 20%

AUTONOMÍA

Hasta 50 kilómetros

BATERÍA

451,2 Wh

48 voltios

SEGURIDAD

Doble freno: regenerativo y de disco (delantero)

Luz delantera y trasera

Intermitentes

Reflectores laterales, frontales y traseros con luces

CONECTIVIDAD

Aplicación propia de NIU.

Posibilidad de bloquear y desbloquear desde el teléfono móvil.

Registro de viajes y posibilidad de disponer del teléfono como tablero de instrumentos.

Dos tarjetas NFC para arrancar con cinco perfiles distintos

PRECIO

1499 euros

Antes, unas aclaraciones

Los patinetes eléctricos se han popularizado en los últimos años. Tanto que la DGT ha ido tomando medidas para su regularización. Para evitar que cada ayuntamiento los tratara a su manera, el organismo se puso manos a la obra para dar un marco nacional a su uso.

Entre las principales directrices:

Deben ir por la carretera
Siempre, uso del caso y de luces
Prohibido circular por las aceras y pasos peatonales

A estos simple requisitos se le fueron sumando otras obligaciones. Desde abrir la puerta a pruebas de alcoholemia hasta la necesidad de mostrar las características técnicas del vehículo para garantizar que, como exige la Unión Europea, no se puedan superar los 25 km/h a sus mandos.

Cuestiones que han ido llevando buena parte del mercado hacia dos corrientes contrapuestas. Quienes necesitan un patinete eléctrico para desplazamientos muy cortos han optado por los de menor precio y coste. La inmensa mayoría garantizan alcanzar la velocidad máxima de 25 km/h y, al mismo tiempo, son patinetes eléctricos menos pesados aunque su batería también es mucho más pobre.

En este espectro, Xiaomi ofrece una buena cantidad de opciones entre 300 y 500 euros. Por encima de los 500 euros se mueven un buen número de alternativas que ya ofrecen un nivel de acabados y prestaciones superiores. Los motores son más potentes (asegurando poder mantener la velocidad en largas pendientes), están mejor rematados y sus baterías son mucho más capaces.

Estos últimos son opciones interesantes para quienes tienen que cubrir distancias más largas y quieren sentirse más seguros en la calzada. Su base suele ofrecer una mayor estabilidad y a los mandos sientes que manejas un vehículo con mayor empaque. Pero casi todos pecan de un mismo problema: son especialmente pesados.

¿Vas a utilizar tu patinete eléctrico de puerta a puerta? ¿No tienes que salvar tramos de escaleras? ¿No lo combinas en tu día a día con un coche y no tienes que sacarlo y meterlo en el maletero un par de veces cada día? Este tipo de patinete eléctrico puede ser perfecta para ti y no necesitas gastarte más dinero.

Pero si buscas lo mejor de los dos mundos. NIU tiene el patinete eléctrico perfecto. Eso sí, hay que abrir la hucha.

Un dinamismo a la altura

Mi patinete eléctrico ideal es aquel que combina una buena potencia, un material cuidado y un peso que se mantenga a ralla. El resultado lo ofrece el NIU KQi Air X.

Este patinete eléctrico de NIU llega con el objetivo claro de posicionarse como la opción perfecta entre los patinetes de alta gama. Y lo consigue. Porque sus características técnicas ya empiezan a avalarlo y su comportamiento lo confirma.

El NIU KQi Air emplea un 100% de fibra de carbono en el cuadro para tratar de aligerar al máximo el patinete eléctrico sin penalizar su construcción, la sensación de calidad o su estabilidad. Como resultado, es 200 gramos más liviano que su hermano, el NIU KQi Air, pesando un total de 11,7 kg.

Las ventajas son evidentes. Es el patinete eléctrico que menos pereza me ha dado sacar a la calle porque podía salvar cualquier escalera sin esfuerzo. Además, es lo suficientemente manejable para que meterlo y sacarlo de una casa pequeña no conlleve un esfuerzo innecesario, sobre todo si necesitas plegarlo cada vez que entras o abandonas el domicilio. Esto, por cierto, se hace con una pieza en la parte trasera que me da mucha más seguridad que el clásico uso doble del timbre como enganche.

Pero, además, su bajo peso también se hace sentir cuando nos ponemos en marcha. La aceleración es brutal. Los 25 km/h máximos permitidos se alcanzan de forma casi instantánea pero donde más se dejan notar es a la hora de movernos con agilidad entre el tráfico. Con un peso tan bajo, las maniobras en los giros son mucho más inmediatas y es más fácil fluir con el propio patinete.

A eso se suman unas ruedas de tamaño considerable y una estructura bien rematada que te aporta el extra de seguridad que necesitas. Es un conjunto que te permite desplazarte, incluso, con seguridad en pistas de tierra en buen estado.

Para ofrecer su mejor desempeño, cuenta con un motor que entrega hasta 700W de potencia máxima. La cifra garantiza una aceleración realmente rápida pero, además, no se agota en las cuestas más largas. Y se suma que el patinete eléctrico está pensado para entregar hasta 32 km/h de velocidad máxima en otros mercados por lo que al estar limitado tenemos la seguridad de no estar exigiéndole al máximo, lo que debería aumentar su vida útil.

En su desempeño dinámico, hay que sumar que cuenta con freno de disco en la rueda delantera y eléctrico en la trasera. Lo que más me ha sorprendido han sido las buenas sensaciones que me han transmitido, ya que se puede gestionar muy bien la frenada y no tienes la sensación de que el freno de disco delantero se mueve entre el «todo o nada» como en otros patinetes eléctricos del mercado.

La batería, dicen desde la marca, tiene un tamaño de 451,2 Wh, 9,4 Ah y se mueve en los 48 Voltios. Anuncian una autonomía de 50 kilómetros pero, en nuestra prueba, hemos obtenido unos datos que apuntan a una autonomía que se moverá sobre los 35 km/h si utilizamos el patinete eléctrico en su modo Sport y sin regeneración, como creo que ofrece su mejor versión.

Todo está muy cuidado

Aunque lo que más nos interesa de un patinete eléctrico es cómo se mueve y qué uso le podemos dar en el día a día, se agradece que NIU haya cuidado los detalles más pequeños en un patinete que se vende por 1.500 euros.

A la hora de abrir el paquete, todos los embalajes están muy bien cuidados y la presentación es perfecta. Cuenta con un manual en papel y unas notas para enlazar el patinete eléctrico con nuestro teléfono móvil con facilidad. De hecho, podemos optar por escanear un código QR, hacer una foto al mismo o introducir el código que acompaña.

Para aumentar esa sensación de vehículo premium, el patinete eléctrico viene acompañado con dos tarjetas NFC que nos permiten arrancarlo si queremos dejar el teléfono en casa. Estas, además, podemos duplicarlas (admite hasta cinco miembros) si en la familia son más de dos usuarios los que quieren tener acceso al vehículo.

Las interfaces de la aplicación están bien cuidadas y hay múltiples opciones de personalización

Por supuesto, también es posible arrancarlo desde el teléfono móvil mediante el uso del Bluetooth. Y si tratamos de moverlo saltándonos cualquiera de estos caminos, el patinete eléctrico activará una sonora alarma que se acompaña de los intermitentes a cada lado del manillar. De hecho, si tienes que atar el patinete eléctrico con un candado, recomiendo atarlo primero y apagarlo después, porque la alarma es bastante sensible.

Además la presentación de la interfaz de la aplicación también está a la altura. Se juega con un mapa, el estado de la batería y los datos de nuestro último recorrido para tener todo lo necesario a golpe de vista. Los datos, además, se pueden configurar para que el teléfono móvil se comporte como el cuadro de instrumentos del patinete, dando información hasta de la pendiente de las cuestas que nos encontremos a nuestro paso.

Muchas opciones de personalización y cinco perfiles pero una última pantalla llena de publicidad

A todo lo anterior se añade la posibilidad de personalizar con profundidad lo que esperamos del NIU KQi Air X. Podemos limitar la carga de la batería, la velocidad máxima a la que puede circular o la fuerza de la frenada regenerativa. Con la más ambiciosa, el patinete puede manejarse con tranquilidad sin casi tocar el freno delantero y, en muchos casos, omitiendo su uso.

Lo que desde luego no me ha gustado es que NIU llene la pantalla de ofertas disponibles en sus nuevos patinetes. En primer lugar porque no es, desde luego, nada elegante. Y, en segundo lugar, porque el cliente se ha gastado 1.500 euros en un patinete eléctrico, qué menos que no le sigan bombardeando con nuevas ofertas.

Sin duda, me lo compraría

Repasado todo esto… ¿me compraría un NIU KQi Air X?

Pues sí.

Y me lo compraría porque, sencillamente, me encaja en lo que yo pido que sea un patinete eléctrico. Potencia, robustez y ligereza. Todo en uno a un precio muy superior al de otros productos de la competencia.

En los patinetes eléctricos que hemos ido probando en Xataka, no se ha dado la ocasión de encontrar esta combinación. De hecho, yo mismo publiqué un artículo en el que explicaba por qué consideraba que la bicicleta me parecía mejor opción en el día a día que un patinete eléctrico.

Cuando se trata de ponerse en la carretera, quiero un patinete eléctrico que me dé la seguridad suficiente para no sentir que los coches pueden pasarme por encima en cualquier momento o que, a la mínima, me voy a ir al suelo por las irregularidades del asfalto. Me gusta tener entre las manos un producto consistente, que me ofrezca esa tranquilidad.

Cuando se trata de un aparato que voy a utilizarlo, moverlo y cargar con el todos los días al tiempo que quiero seguridad en la carretera, su precio me parece un dinero bien invertido

El problema es que ese tipo de productos vienen de la mano de un peso muy alto. Uno que, en el día a día, no estoy dispuesto a asumir. El patinete eléctrico me parece una opción excelente en la movilidad intermodal, esa que lo combina con un coche o con el transporte público. Confío en que, en el futuro, volvamos a poder entrar con un patinete eléctrico en el metro o un autobús. En cualquiera de los dos casos, la ligereza me parece imprescindible.

¿Es caro el NIU KQi Air X? Si solo miramos su precio, desde luego. Pero hay que tener en cuenta que si uno se compra un patinete eléctrico para un uso diario, la diferencia de precio le puede compensar. Soy de los que piensa que, dentro de las posibilidades de cada uno, es preferible optar por lo mejor en aquellos aparatos que utilizas en tu día a día.

Y, desde luego, si contemplara un patinete eléctrico para utilizarlo de lunes a viernes de camino al trabajo y esporádicamente en el fin de semana, el sobrecoste me acabaría por compensar.

Eso sí, aunque parezca de perogrullo: estas son mis circunstancias.

Si no son las mismas que las suyas, valore qué es lo que más le conviene.

Fotos | Xataka

En Xataka | Ámsterdam tiene tantas bicicletas que literalmente no le caben. Solución: aparcar 7.000 bajo el agua


La noticia

Gastarme 1.500 euros en un patinete me parecía una locura. Después de un mes con el NIU KQi Air X, me parece muy sensato

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Alberto de la Torre

.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *