El pasado tiene mucho futuro en México. Que se lo digan a los arqueólogos del INAH que, cada dos por tres, tienen nuevas zonas arqueológicas que investigar. Incluso sitios arqueológicos ya conocidos parece que esconden más de lo que se creía y, gracias a técnicas de última tecnología como los rayos cósmicos o el LIDAR, se están descubriendo estructuras interiores.
Uno de los yacimientos arqueológicos que se sigue explorando es Río Bec. Resulta desconcertante porque las ruinas dejan entrever una sociedad maya distinta a otras, con una arquitectura peculiar y una ciudad abandonada misteriosamente.
Río Bec. Al sur del estado de Campeche se encuentra Río Bec. Se trata de una región en la que, hace unos 130 años, se hallaron unas estructuras pertenecientes a una sociedad maya del periodo Clásico. Se estima que Teoberto Maler las registró en sus documentos, pero fue Karl Sapper el primero en fotografiarla. Tras el hallazgo, otros investigadores y exploradores acudieron al lugar para investigar algo que no cuadraba con el resto de ciudades mayas.
Eso era Becán, una palabra que significa ‘Cañón formado por agua’ en lengua maya y que es el único asentamiento precolombino en el que se aprecia un foso y una muralla de carácter defensivo. Este foso cuenta con 2,5 metros de profundidad y un promedio de 16 metros de ancho. La muralla tiene puntos en los que alcanza los 3,6 metros de altura y el perímetro, con forma de media luna, tiene una longitud de 1.890 metros. Es una construcción muy interesante y evidentemente defensiva.
Templos falsos. Los investigadores estiman los orígenes datan del 600 a.C, pero que el apogeo de Becán ocurrió entre los años 600 y 1.000 d.C. La ciudad aglutinó bienes y servicios que permitió que se desarrollaran asentamientos a su alrededor entre los siglos VII y XI. Pero si algo destaca a simple vista en Becán, eso es lo que se ha catalogado como ‘estructura principal’.
Se trata de una construcción que tiene dos torres en los extremos. La altura es de unos 15 metros y se hacen más estrechas a medida que ascienden para dar la sensación de ser aún más altas, pero lo curioso es que tanto las escaleras como los templos superiores son… falsos. Decorativos, mejor dicho. No tienen vanos interiores y es imposible ascender por las escaleras. Eso contrasta con otros templos mayas en los que se realizaban sacrificios y otros ritos religiosos. También había algunas torres simuladas
Ecosociedad. La ubicación de Becán es privilegiada y algo desarrollaron fueron las parcelas sostenibles. Gracias a lagos para conducir el agua de lluvias y un sistema de presas que impedía que la porosa roca caliza del suelo filtrara el agua, los habitantes pudieron desarrollar grandes parcelas de cultivo.
Entre las casas, había sectores con terrazas agrícolas en pendiente y con desniveles, una estrategia para conseguir que el suelo fuera más ancho de cara a la siembra y para aprovechar más las aguas de lluvia, además de para canalizar la misma a las zonas más bajas. Se considera que era un «asentamiento verde» con autosustento gracias a ese sofisticado sistema agrario.
Sin rey. Hast ahora, más allá de por la muralla junto al foso, Becán no sería muy diferente a otras sociedades mayas. Sin embargo, los investigadores afirman que el modo de organización sociopolítica resulta único. ¿El motivo? Parece que no tenían un mandatario y que los agricultores eran quienes vivían en los palacios.
Dominique Michelet es miembro del equipo francés del Centro de la Investigación Científica de Francia que estudia desde hace años la ciudad y asegura que «los palacios de Río Bec son de carácter residencial, habitados por familias de agricultores de un estrato superior». Ahora bien, algunos intentaron ascender: «sin embargo, en al menos diez lugares del sitio hemos encontrado evidencia de que algunas familias intentaron ir del nivel de la nobleza al de la realeza sagrada, como sus vecinos del sur, que sí tenían reyes», comentó Michelet.
Casoplones. Sin embargo, los mismos investigadores franceses hacen hincapié en ese «intentaron», dejando entrever que no lo consiguieron. No hay indicios claros de la existencia de reyes sagrados en Becán y, por eso, la sociedad sociopolítica era distinta al del resto del mundo maya del Clásico.
Es poor eso que las estructuras cuentan con escalinatas, torres y templos falsos, ya que en realidad son… las casas de los vecinos. Tenían decoración como paneles de mosaicos, portadas zoomorfas y sin representaciones de soberanos. Tampoco se ha encontrado un lugar central de reunión ni un edificio que funcione como piular de la comunidad
Se esfumaron. Pese a ser algo tan único, poco a poco se produjo un descenso paulatino de la población, lo que finalizó con el abandono del lugar en el año 1450. Resolver el misterio que llevó al abandono del sitio de estas características con un buen sistema defensivo y unos canales tan modernos es uno de los próximos retos de los investigadores.
Imágenes | HJPD, INAH
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La noticia
Sin reyes ni jerarquías: en Río Bec se desarrolló una sociedad maya autosuficiente que desapareció misteriosamente
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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