Pese a ser entornos pensados para la productividad, la vuelta a las oficinas se ha convertido en un foco inagotable de estímulos para unos empleados, acostumbrados al silencio del teletrabrajo, que son incapaces de mantener la concentración en una determinada tarea durante más de 30 minutos
Si pensabas que el aislamiento durante la pandemia había dejado tus neuronas deluluy, te alegrará saber que no estás solo. Un estudio elaborado por una consultora de productividad ha revelado que la capacidad de concentración de los empleados se encuentra bajo mínimos.
Ni una hora completa sin distracciones. El informe Lost focus: The cost of distractions on productivity in the modern workplace elaborado por la consultora laboral Insightful, ha revelado que el 92% de los empleadores han apreciado carencias en la capacidad de concentración de los empleados que acuden a diario a las oficinas.
De los 1.200 empleados de Estados Unidos consultados para elaborar el informe, destaca que el 79% confesó ser incapaz de permanecer una hora completa en el trabajo sin distraerse. El 59% de ellos redujo ese tiempo a 30 minutos.
Los móviles a la cabeza en distracciones, pero hay más. El 62% de los entrevistados señalan las notificaciones y tonos de llamada de los móviles como el principal elemento de pérdida de concentración. Compartir sala con otras personas provoca que ya no solo sean las notificaciones de tu smartphone las que te distraigan, sino que también lo hacen las notificaciones de los demás.
Sin embargo, el 70% de los empleados aseguraba que mucho más molestos eran los propios compañeros de trabajo que, con conversaciones en voz alta y consultas sobre el trabajo, hacían perder la concentración en la mayoría de las ocasiones. Especialmente destacados en este papel los compañeros pertenecientes a la generación Z que, por su inexperiencia en el trabajo y su carácter social, protagonizan buena parte de estas interrupciones en compañeros de otras generaciones.
No es solo un minuto, es lo que viene después. “¿Tienes un minuto para ayudarme con una duda?” Si trabajas en una oficina, esa frase te resultará familiar cuando alguien se acerca a tu mesa. Efectivamente, la consulta ha durado un minuto, pero según un estudio de la Universidad de California, tardarás una media de 23 minutos y 15 segundos en recuperar el nivel de concentración que tenías antes de la consulta.
Casi un día a la semana perdido. El estudio State of Teams elaborado por Atlassian, calcula que estas distracciones en la oficina han contribuido a la pérdida de 25.000 millones de horas de trabajo efectivo. Según las empresas consultadas en el informe de Insightful, un 33% indican que estas interrupciones suponen unas cinco horas de trabajo semanales. Otro 33% indica que la pérdida de tiempo productivo que provocan estas interrupciones se sitúa entre las seis y las diez horas semanales. Es decir, estás trabajando un día más para nada.
“Estoy diciendo que estamos en un sistema que, sin querer, está configurado para robar nuestra atención, desviar nuestros esfuerzos a lugares equivocados y dificultar que se haga el trabajo”, declaró a Fortune Annie Dean, líder del equipo Team Anywhere que ha elaborado el informe.
Las pantallas han matado nuestra atención. Más allá de las interrupciones continuas, un equipo de investigadores de la Universidad de California descubrió que nuestra capacidad de concentración también se había reducido.
“En 2004, medimos la atención promedio en una pantalla siendo de dos minutos y medio. Algunos años después, encontramos que los lapsos de atención eran de unos 75 segundos. Ahora encontramos que las personas solo pueden prestar atención a una pantalla durante un promedio de 47 segundos.”, aseguraba Gloria Mark, profesora de informática en la Universidad de California, y autora del libro ‘Attention Span: A Groundbreaking Way to Restore Balance, Happiness and Productivity’.
En Xataka |Cómo aprovecho al máximo mi tiempo y he mejorado mi productividad teletrabajando: ‘Time Blocking’
Imagen | Unsplash (Studio Republic)
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La noticia
La vuelta a la oficina ha tenido un efecto devastador para la concentración de los empleados: ni 30 minutos sin distraerse
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Xataka
por
Rubén Andrés
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