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«Estoy en contra de los aranceles»: Elon Musk está criticando las barreras contra el coche eléctrico chino por su propio bienAlberto de la Torre​

Estados Unidos ha activado unos durísimos aranceles del 100% a los coches chinos. El objetivo es evidente: frenar su aterrizaje en el país. La Unión Europea está contemplando poner en marcha medidas muy similares. Acciones que están dividiendo a los fabricantes europeos y que Elon Musk critica abiertamente.

No tiene margen para pensar otra cosa.

Los aranceles en Estados Unidos. Hace dos semanas, Joe Biden confirmó unos durísimos aranceles contra los coches chinos. A partir de ahora, para importar un coche llegado desde China a Estados Unidos hay que desembolsar un arancel del 100%, lo que supone un duro golpe a los planes de expansión de las marcas.

Biden, que ha replicado una de las promesas de las que presumía Donald Trump de cara a las próximas elecciones presidenciales, quiere frenar las ansias expansivas de China de cara al futuro ya que hasta el anuncio apenas se vendían sus coches en Estados Unidos.

Los aranceles en Europa. Esta decisión ha multiplicado los rumores sobre la posición de Europa respecto a los coches chinos. En septiembre de 2023, la Unión Europea confirmó que estaba estudiando imponer nuevos aranceles a estos vehículos y, desde entonces, la posible cuantía de los mismos ha ido fluctuando con el tiempo.

Europa se encuentra en una posición difícil. Ahora mismo, los fabricantes locales no cumplen las expectativas de los clientes en lo que a precio se refiere y los objetivos de emisiones son realmente ambiciosos. La disyuntiva es tal que la propia industria está enfrentada, con los franceses pidiendo duros aranceles y los germanos intentando que se prescinda de toda barrera comercial.

La dependencia de China. Más allá de que la Unión Europea necesite a China para vender vehículos eléctricos más accesibles (que no baratos) a sus ciudadanos, algunos de los fabricantes más importantes en el continente están atados a su dependencia china. Sobre todo los alemanes.

Tanto el Grupo Volkswagen como BMW o Mercedes tienen en China uno de sus mercados más importantes. Pero, además, sus coches eléctrico llegan en buena parte desde allí. Es probable que, de levantarse aranceles, estos afecten también a los vehículos de marcas europeas que fabrican en China, como le ha sucedido a Dacia en Francia con el Spring.

El mejor ejemplo de por qué los fabricantes alemanes apuestan por olvidarse de los aranceles lo resumía, en parte, Ferdinand Dudenhoeffer, director del Centro de Investigación Automotriz de Alemania, en Forbes:


Si la UE toma medidas contra China, será un gran error: en Alemania lo llamarían gol en propia puerta. El mercado chino tiene más de 20 millones de vehículos nuevos y el de la UE está más cerca de los 15 millones. Así que estaríamos perdiendo un gran mercado. ¿Cómo funcionó el proteccionismo en Estados Unidos hace 30 años contra los japoneses? Toyota está dominando el mercado estadounidense. El proteccionismo nunca ha tenido éxito. Solo ha debilitado. Y el debilitamiento se vuelve muy dramático. Todo lo que es tecnología punta en baterías proviene de China. Así nos alejamos de las innovaciones técnicas. No se puede hacer nada peor. Como resultado, perderíamos mucho internacionalmente.

«Ni Tesla ni yo los pedimos». Retransmitido en vídeo durante la feria de startups VivaTech en París, Elon Musk ha aprovechado para criticar los aranceles que el Gobierno de Joe Biden ha levantado contra los coches chinos. «Me sorprendió cuando se anunciaron. Las cosas que inhiben la libertad de intercambio o distorsionan el mercado no son buenas», ha señalado el dueño de Tesla en palabras recogidas por The Guardian.

Musk ha utilizado unos argumentos muy similares al que utilizan los altos directivos de los fabricantes germanos. «Tesla compite bastante bien en el mercado de China sin aranceles ni apoyo específico. Estoy a favor de que no haya aranceles», recalcó posteriormente.

Donde dije digo… No siempre Musk se ha referido así a los coches chinos y su desembarco en suelo estadounidense. «Los chinos son extremadamente buenos. Si no les ponemos barreras comerciales van a demoler a la mayoría de fabricantes de coches», decía el propio dueño de Tesla hace unos pocos meses.

Lo que sí parecía tener más claro Elon Musk es que los fabricantes chinos son los verdaderos competidores contra su marca. «Si tuviera que hacer una predicción… probablemente alguna empresa que salga de China será segunda tras Tesla», señalaba a principios de 2023 en relación al futuro del mercado del automóvil.

Recogiendo cable. Las declaraciones de Elon Musk son solo un paso más de acercamiento al Gobierno chino, después de que las relaciones entre compañía y Estado se enfriaran en los últimos meses. Musk parece estar descubriendo hasta dónde podía tensar la cuerda y empieza a aflojar un poco.

Tesla había estado coqueteando con la posibilidad de establecer una fábrica en India. Musk, de hecho, tenía programada una visita al país pero la canceló a última hora. En su lugar, apareció en China y poco después su Autopilot, el sistema de conducción semiautónoma que tan importante es para el futuro de la compañía, era aceptado en el país asiático.

La buena sintonía entre el Estado chino y Tesla volvía a evidenciarse, después de unos días de tensión. La compañía llevaba cuatro años prometiendo la llegada del Autopilot al país pero no había conseguido resultados hasta ahora. Para conseguirlo ha tenido ampliar su alianza con Baidu, considerado el Google chino.

Tan dependiente como cualquiera. Lo que demuestran las palabras de Elon Musk y sus últimos movimientos es que la compañía es tan dependiente de China como buena parte de los fabricantes actuales. Para la compañía, el país asiático es el segundo país que más ingresos suma a sus arcas y no está lejos de lo que suman todo el resto de mercados (excluyendo Estados Unidos).

A esto hay que sumar que Giga Shanghái fue la primera fábrica de la compañía fuera de Estados Unidos. En 2018 consiguió el alquiler del terreno durante 50 años y en menos de un año ya estaban saliendo los primeros coches de su planta. Es, además, su planta más rentable por lo poco que le cuesta producir allí y la apoyará con una nueva fábrica de baterías.

A esto hay que sumar que la compañía había empezado a exportar vehículos de China a Norteamérica. Ante un descenso de las ventas en China, Tesla había empezado a darle salida en Canadá con atractivos descuentos a unidades fabricadas en Asia. Los aranceles impedirán esto en Estados Unidos, como también es posible que le ocurra en Europa.

Imagen | Wikimedia Commons

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