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España ha vuelto a quedarse a la sombra de los Juegos de Barcelona 92. La pregunta es: gana pocas medallas o las que pagaCarlos Prego​

No han sido los Juegos Olímpicos de España. Aunque días antes de la cita de París el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, mostraba su confianza en que la delegación española superaría las 22 medallas de Barcelona 92, el país ha vuelto a quedarse con las ganas. El balance final ha sido discreto para el deporte patrio: 18 metales, cinco de oro, cuatro platas y nueve bronces, además de un número llamativamente alto (51) de diplomas olímpicos Si bien insiste en que da ese resultado por «bueno», el COE ya ha reconocido que «no es el esperado».

Su presidente anima sin embargo a ir más allá de lista de metales y fijarse en otra cuestión: la inversión, lo que recupera la pregunta de si en los JJOO España logra unos resultados buenos, mediocre… o sencillamente aquellos por los que paga.

«No es el resultado esperado». La frase es del Alejandro Blanco, que tras proclamar a finales de julio que veía factible superar en París 24 el medallero de Barcelona 92 ha tenido que digerir unos resultados discretos o, en el mejor de los casos, alejados de lo previsto. España ha conseguido 18 preseas, cinco de oro, un balance que supera por la mínima los de Tokio 20 y Río 16. Si nos basamos solo en los metales, se ha quedado en el puesto 15º del ranking, por detrás de Hungría.

Del entusiasmo, a la reflexión. Con 18 preseas la delegación española se vuelve a casa con una medalla más que en Tokio 2020 y Río 2016, un detalle que ha puesto en valor el propio Blanco, quien habla de un balance final «bueno». Con todo, el responsable del COE ha asumido también que «no es el esperado». «Antes de llegar pensábamos que España podía batir el récord de las 22 medallas, pero la competición es la que es. Nos hemos quedado a la puerta de varias medallas».

Blanco incluso recordó que su vaticinio era de los más «humildes». Algunos analistas, deslizó, preveían 30 medallas para España, ocho más que en Barcelona. Como recuerda El País, al hacer la comparativa con Barcelona 92 hay que tener en cuenta dos factores importantes: en la cita de la Ciudad Condal se disputaron 260 pruebas frente a 329 en París, lo que aumenta las opciones de subirse al podio; y los JJOO franceses han estado marcados además por la ausencia de la delegación oficial de Rusia, un importante contrincante sancionada por la guerra de Ucrania.

Cuestión de medallas… y billetes. Blanco deslizó otra idea igual o incluso más interesante. En su opinión, ya con los Juegos de París concluidos, toca «plantearse» por qué España parece incapaz de pasar de las 20 medallas de Londres o Atenas y superar las 22 de Barcelona. Y en ese debate hay un factor clave: el dinero.

«Cuando hablemos de medallero, hablemos de inversión. Si nos comparamos con países que están a nuestro lado que sacan muchas más medallas que nosotros, hay que poner encima de la mesa el dinero que reciben y el que recibe España —apuntó Blanco—. Si hacemos el coeficiente resultados-inversión estamos por encima».

El responsable del COE incluso puso en el foco el modelo de financiación y distribución de recursos que se utiliza en España. «La responsabilidad del alto rendimiento depende del dinero público que da el Consejo Superior de Deportes (CSD) a las federaciones», recordó: «En la mayoría de países exitosos, el Gobierno da el dinero al Comité Olímpico nacional, que hace la distribución. Sucede en Corea, Japón, Italia o Países Bajos. Permite una planificación de largo aliento».

Debate clave, que no nuevo. No es la primera vez que los recursos que España dedica a deporte olímpico y su inversión para conquistas medallas se convierten en noticia. Ocurrió de hecho durante los últimos Juegos, en 2021, cuando era evidente ya que la delegación española se despediría de Tokio sin reeditar, ni mucho menos superar, su medallero del 92. La atención se centró entones en la inversión lograda por el Plan ADO durante cada ciclo olímpico. El dato resultaba interesante porque el programa se lanzó precisamente en 1988, en la antesala de los Juegos de Barcelona 92, para dar un impulso al rendimiento deportivo español.

¿Y cómo ha evolucionado? Los datos de inversión en el plan ADO son elocuentes. Al menos entre 1988 y 2020. Las cifras recogidas por el portal Statista muestran que en el ciclo 1988-1992 los fondos destinados al programa ascendieron a 79 millones de euros, cantidad que durante el ciclo olímpico 1992-1996 bajó ya a 32 millones y en 2000-2004 se situó en 46. En realidad, al menos hasta el pasado período 2016-2020 ningún ciclo igualó el respaldo del 88-92. De cara a Pekín 08 se alcanzaron los 63 millones. Con el paso de los años el propio Plan ADO ha pasado por altibajos por la caída de aportaciones de empresas y la RTVE.

Visión a «largo plazo». Hace poco más de un año RTVE, el CSD y el COE firmaron un convenio de colaboración para el desarrollo del programa en 2023 y 2024 de apoyo a deportistas olímpicos de cara a 2024, aunque como dejaba claro ayer mismo Alejandro Blanco la planificación deportiva de los Juegos da sus frutos a largo plazo y requiere una apuesta «continuada». Los resultados de hoy no se explican tanto por las inversiones recientes como por la de los últimos años.

«Lo que más necesitas para conseguir resultados es una planificación continuada. No pensar en los Juegos de 2028, sino en los de 2036». A modo de ejemplo, deslizó que «el dinero en euros de 2016 era el mismo que recibió en pesetas el deporte español en 1986. Por mucho que aumentemos, estamos lejos de otros países».

Revisando las cifras. ¿Cuánto dinero se destina ahora a deporte olímpico, pensando en mejorar el palmarés y posición de España? No es fácil precisarlo. En 2022 el CSD lanzó el programa ‘Team España Élite’ para «dar un nuevo impulso al modelo deportivo olímpico y paralímpico» precisamente de cara a la cita que se celebraría este año en París. Su dotación: algo menos de 50 millones de euros.

«El programa estará dotado con aproximadamente 48 millones, 16 millones por año hasta la celebración de los próximos Juegos. La cuantía se dedicará a financiar la preparación de deportistas que, en base siempre a criterios técnicos, cuenten con más opciones de lograr una medalla», recogía la nota lanzada en su día por el CSD. En 2023 el mismo organismo anunciaba ayudas para deportistas de alto nivel por 19 millones, de los que 12 millones, precisaba, eran becas del programa CDS Team España, «con el que el CSD asume las anteriormente conocidas becas ADO».

¿Y en otros países? No es fácil comparar sistemas de financiación entre países, pero en 2021 ya apuntábamos algunos datos reveladores, como la dotación anual del COE, considerablemente inferior a la que manejaba sus equivalentes italiano o británico, y que sugerían que el dinero «dedicado» en Reino Unido o Australia cada medalla estaba bastante por encima de España. En 2016, por ejemplo. cada presea le costó a Gran Bretaña unas 4,1 millones de libras en inversión planificada a cuatro años, según los datos recogidos en su día por el diario Independent.

En su apartado de estadísticas, la cadena BBC Sport incluye datos actualizados sobre los JJOO de París que muestran que UK Sport ha destinado 245,8 millones de libras a financiar el ciclo olímpico 2020-2024, con lo que cada medalla de París le costó de media alrededor de 3,78 millones de libras. Hay fuentes que elevan muy por encima de los 245,8 millones la inversión total dedicada por Reino Unido a becas olímpicas y lo contraponen con los programas del CSD en España.

Premiar a los medallistas. Hace unos días Forbes publicaba otro análisis interesante: el de los países que se gastan más de un millón en recompensar a sus atletas por subirse al podio a través de bonificaciones, subvenciones y beneficios extras. ¿Qué naciones y cantidades manejaba? A la cabeza se sitúa Italia, con una inversión total de 10,7 millones, seguida de Francia (9,4), en EEUU (8,3), Hungría (3,8), Hong Kong (1,9), Ucrania (1,5), Israel (1,5) y Países Bajos (1,3).

Especialmente interesante es el caso de Hungría, que con un nivel de población muy inferior y un PIB per cápita también más ajustado que el de España ha ganado 19 medallas en los JJOO de París, lo que la sitúa justo por delante de España.

Un desafío complejo. La planificación de unos JJOO no resulta sencilla. Y no solo para la ciudad que los acoge. Como recordaba ayer el responsable del COE, brillar en la meca del deporte universal requiere una «planificación continuada» y tener en cuenta otros factores que influyen también en los resultados.

Hace años un equipo de investigadores analizó la relación entre inversión deportiva y éxito en los JJOO y llegó a una conclusión que, si bien puede parecer obvia, resulta crucial: en los Juegos un país no compite solo con sus inversiones pasadas; en su mayor o menor éxito influye también qué han hecho sus rivales.

El reflejo de un país. Hay también matices. Las investigaciones demuestran que los deportes de equipo requieren mayor inversión, aunque en proporción aportan menos medallas, y las disciplinas más «rentables» en preseas son el atletismo, natación o deportes similares, que son los que ofrecen un mayor retorno.

En juego entran también factorescomo el tamaño de los países, los ingresos per cápita o, en el caso de las categorías femeninas, las oportunidades económicas que encuentren las mujeres. No hay reglas infalibles en cualquier caso, como acaba de demostrar el ranking de París, a los que, con 51 diplomas y nueve cuartos puestos, algunos analistas españoles se refieren ya como los Juegos Olímpicos del «casi».

Imágenes | Andrew (Flickr) 1 y 2

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