Después de diversos accidentes y enfrentados a una parte de la sociedad, en octubre del año pasado, Cruise veía cómo California le retiraba su licencia para trabajar con sus coches autónomos en la calle. Ahora, The Drive asegura conocer cuanto le costará a General Motors devolver sus coches a la calle. Monetariamente hablando.
20 meses. Eso es lo que le duró a General Motors la licencia para que los coches de Cruise circularan por las calles de California. Es el tiempo que pasó entre febrero de 2022 y octubre de 2023. Una ventana temporal en la que la compañía pasó por diversas fases.
Hace casi nueve meses, los reguladores confirmaban a General Motors que tenía que sacar sus coches de la calle. La compañía también estaba siendo investigada por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) justo cuando buscaba nuevos mercados en Phoenix y Austin.
Un rechazo creciente. Aunque durante los primeros meses ya se observó cierto rechazo ante estos vehículos completamente autónomos pensados para actuar como taxis, el descontento de una parte de los ciudadanos de California fue creciendo.
De hecho, cansados de los embotellamientos que generaban estos vehículos, algunas personas decidieron hackear su funcionamiento con acciones de lo más simples. Un simple cono en el capó del vehículo detenía por completo el coche. Una camiseta con una señal de Stop servía para confundirlos. Actitudes que Waymo, rival de Cruise, llegó a calificar de «vandalismo».
El accidente que colmó el vaso. Pero visto cómo fueron avanzando los meses, lo de los atascos y las calles bloqueadas eran lo de menos. O, al menos, lo fueron hasta que sucedió lo inevitable: que el propio embotellamiento creado por un coche de Cruise provocara un retraso en la llegada de los servicios de emergencia.
Algunos de sus vehículos, de hecho, a punto estuvieron de chocar contra los propios bomberos. Y a esto se suma el accidente que desencadenó la retirada de la licencia. Aquel mismo mes de octubre, una persona fue atropella en las calles de San Francisco. Tendida en el suelo y sin ser socorrida (el conductor se dio a la fuga), un coche de Cruise aparcó encima.
Después supimos que, además, Cruise se negó a entregar las imágenes relativas al atropello. Entonces se apuntó que la compañía no quería reconocer que el coche, en un primer momento, frenó al detectar a la mujer pero después volvió a arrancar, atropellándola de nuevo y arrastrándola por el suelo.
112.500 dólares. Ahora sabemos que, efectivamente, Cruise trató de ocultar el atropello. La compañía aseguró que el coche se había detenido y había informado debidamente a su centro de control, aportando un vídeo que estaba recortado. Sin embargo, la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC) recoge que el vídeo completo fue retenido por la compañía durante dos semanas.
The Drive cuenta que esto le ha costado a Cruise una sanción de 7.500 euros por cada uno de los días que el vídeo estuvo retenido. Después de 15 días, la multa ha ascendido a 112.500 dólares.
Vuelta con condiciones. El medio explica que, además de la multa, General Motors tendrá que entregar un informe mensual en el que se documente todas y cada una de las ocasiones en las que uno de sus vehículos entra en una situación de emergencia u obstaculiza el tráfico.
Además, Cruise todavía tiene que responder a algunas preguntas de los reguladores californianos pero con el pago de esta cantidad evitará ir a juicio por el accidente que conllevó la retirada de su licencia y que, en el proceso que se ha seguido durante los últimos ocho meses, provocó la dimisión de su CEO, después de que la compañía anunciara que estaba colaborando con las autoridades pese a esconder las pruebas.
Foto | Cruise
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La noticia
Cruise se quedó sin sus coches autónomos por ocultar las pruebas de un atropello. Su vuelta a las calles costará 112.500 dólares
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
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