La creciente tensión entre las dos Coreas se está reflejando de una forma poco ortodoxa: mediante una auténtica lluvia de cientos y cientos de globos cargados de basura. A lo largo de los últimos meses los surcoreanos han visto cómo, cada cierto tiempo, su cielo amanece salpicado de esferas blanquecinas y con bolsas cebadas de papeles sucios, plásticos, colillas e incluso estiércol. Llegan desde el otro lado de la frontera, de Corea del Norte, como una respuesta a los activistas que a su vez le envían desde el sur artículos condenados por el Gobierno de Kim Jong-un.
El baile de globos «sorpresa» quizás parezca anecdótico, pero ha alcanzado una frecuencia sorprendente, afectado ya a decenas de vuelos, alcanzado la Oficina Presidencial de Seúl… y crispado la relación entre las dos naciones vecinas.
500 globos en 24 horas. Ese es el sorprendente aluvión de globos que ha recibido esta semana Corea del Sur: casi medio millar en cuestión de 24 horas, según reveló ayer el Estado Mayor Conjunto del país. Los hinchables se cuelan en el espacio aéreo surcoreano desde su vecino del norte cargados de basura y bajo la atenta mirada de las autoridades de Seúl, que —además de ver cómo las esferas esparcen basura por sus calles— ya se han llevado varios sustos por su culpa.
¿Cuántos globos van? Muchos, aunque no resulta fácil precisarlo. Las cifras oscilan en función de la fuente que se consulte, pero se habla de una decena de envíos de globos en solo dos meses y que desde mayo Corea del Sur ha recibido cientos y cientos de globos con desechos, miles, según algunas estimaciones.
Algunos estimaciones apuntan a casi 2.000 globos, otras aseguran que ya se ha superado esa barrera y hay quien cree que la cifra se acerca más a los 3.000, algo que no parece descabellado si se tiene en cuenta que en mayo se hablaba ya de más de 250. A principios de junio las autoridades referían a 720 artefactos localizados en el área metropolitana de Seúl y algunas provincias localizadas más al sur y solo esta semana han llegado a contabilizarse casi 500 en cuestión de 24 horas.
¿Y cuánta basura es eso? La otra pregunta es… ¿Qué cantidad de basura han arrojado sobre Corea del Sur? No es fácil concretarlo. Las imágenes divulgadas por el Estado Mayor Conjunto de la República de Corea muestran bolsas cargadas de desperdicios y sostenidas por globos, artefactos que Seúl relaciona directamente con el país dirigido pro Kim Jong-un. «Corea del Norte está lanzando de nuevo globos llenos de basura contra el Sur», censuraban ya en junio.
Por las mismas fechas el viceministro de Defensa de Corea del Norte, Kim Kang Il, daba algunas pistas sobre el alcance de la campaña: reconocía que el país había enviado 15 toneladas de desperdicios con 3.500 globos a su vecino del sur.
(Mucho) más que desperdicios. Los globos no son importantes solo por su número y contenido, entre el que al menos hasta la fecha no se han identificado objetos peligrosos. Además de centrar la atención de las autoridades surcoreanas y tensar la relación entre ambos países, los globos han afectado de forma notable al tráfico aéreo. Reuters habla de vuelos interrumpidos y operaciones afectadas en los aeropuertos de Gimpo e Incheon y Channel NewsAsia señala que los artefactos han interferido en más de un centenar de vuelos que sumarían miles de pasajeros.
Globos con temporizador. Reuters asegura que uno de los últimos globos se incendió en lo alto de un edificio residencial en Gyeonggi, una provincia cercana a Seúl, lo que obligó a movilizar a los bomberos. La clave estaría en que parte de los artefactos disponen de equipos que los hacen reventar en pleno vuelo.
«Hay un temporizador conectado a los globos de basura que tiene el efecto de explotarlos y esparcir la basura pasado cierto tiempo», advierte Lee Sung-jun, portavoz del Estado Mayor Conjunto. La agencia Yonhap sostiene que uno de los globos llegó a aterrizar en la Oficina Presidencial de Seúl, en el distrito de Yongsan, si bien un análisis posterior mostró que «el contenido no presenta peligro».
Pero… ¿Globos por qué? Tirando de ironía la hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong, ha llegado a referirse a los globos como «regalos» para Corea del Sur y una demostración de la «libertad de expresión» de los norcoreanos. El viceministro de Defensa también se refirió en junio a ellos como una medida «desagradable» que muestra a Seúl «cuánto esfuerzo se necesita» para limpiar desechos, una referencia que él mismo se encargó de aclarar poco después: «Si los clanes de la República de Corea reanudan el envío de panfletos anti-RPDC —siglas del nombre oficial de Corea del Norte—, responderemos esparciendo papel sucio y basura».
El aviso de Kim Kang Il no es gratuito. Los lanzamientos masivos de globos con basura se consideran una respuesta de Pyongyang a los envíos que lanzan a Corea del Norte desertores y activistas surcoreanos desde su extremo de la frontera, recurriendo incluso a sus propios globos o mensajes por megafonía. Es su contenido lo que genera malestar en el Gobierno de Kim Jong-un.
Además de alimentos o fármacos, los envíos incluirían panfletos y USB con canciones K-pop y K-dramas. En plena crisis de los globos, incluso el Ejército de Corea del Sur ha recurrido a altavoces para emitir propaganda contra el régimen del norte. La crispación entre Pyongyang y Seúl ha escalado hasta tal extremo que ha terminado llevándose por delante el pacto militar de 2018. Jong-un se refería hace unos meses al sur como el «enemigo nº 1» mientras en el país vecino cada vez más habitantes quieren que Seúl disponga de su propio arsenal nuclear.
Imagen | Ryan Chan (Flickr)
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La noticia
Corea del Norte está enviando toneladas de basura a Corea del Sur. Cómo: en globos que ya afectan a su tráfico aéreo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Carlos Prego
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