Bernard Arnault ha sido el hombre más rico del mundo durante buena parte de 2023 y los primeros meses de 2024. Sin embargo, hasta las personas mas exitosas en sus negocios cometen errores.
Una de las mayores lecciones para conseguir levantar uno de los mayores imperios del lujo como es LVMH es aprender a aceptar que los errores suceden y aprender de ellos para no repetirlos.
El secreto está en los detalles. Bernard Arnault ha creado un imperio del lujo sumando distintas marcas de ámbitos tan variados como la moda, la joyería y relojería, la cosmética y perfumería o los vinos. Pero el verdadero talento de Arnault no ha sido conseguir el capital para anexionarte las más de 70 marcas que conforman su grupo, sino hacerlas crecer. Para ello, según declaraba su hijo mayor Antoine Arnault en una entrevista para Bloomberg, el secreto de su éxito es la pasión por el detalle y no dejar nada al azar.
Su hermano menor, Alexandre, también insistía en esa obsesión cuando el grupo iba a inaugurar una de las tiendas del grupo en Dubái. “Detalles sobre las sillas de la tienda y los zapatos que llevaban los vendedores. Cosas que normalmente no notarías, pero una vez que has visto decenas de miles de tiendas a lo largo de los años, creo que es lo que te viene a la mente de inmediato».
Haz bien tu trabajo y el dinero llegará. Según confesaba el propio Arnault, uno de los secretos para triunfar en los proyectos que se lleven a cabo, tanto a nivel profesional, como personal, es poner todo de tu parte para hacerlo bien. De ahí proviene su gusto por el detalle. «El dinero es sólo una consecuencia. Siempre le digo a mi equipo que no se preocupen demasiado por las ganancias. Si haces bien tu trabajo, las ganancias vendrán», publicaba Forbes.
La regla 20/80. La base del éxito de Bernard Arnault podría definirse con la regla 20/80. Pese a su similitud en el nombre, la regla de Arnault no debe confundirse con el Principio de Pareto. La regla 20/80 de Arnault hace referencia a que el 20% del éxito reside en una buena idea, pero el 80% restante depende de su ejecución y en lo que se hace para desarrollarla. Si fallas en algún punto de ese 80%, la idea no funcionará por buena que sea.
Según el veterano empresario, hay que asumir que, dentro de ese 80% se van a cometer errores, aceptar que son parte del proceso y analizarlos para aprender de ellos y no volver a cometerlos nunca más.
No es un fracaso, es una nueva forma de no hacer las cosas. Según publicaba Investment Masters Class, Arnault asegura que: “Los errores son inevitables, todos los cometemos. Tienes que aceptarlos. Suelen ser experiencias muy formativas. Lo que no es aceptable son errores repetidos que se convierten en fracasos”.
Esa atención por no cometer errores es lo que ha afinado el ojo crítico del veterano empresario, y le permite prestar atención a todos aquellos detalles que habían pasado inadvertidos a sus hijos, para que los clientes de su nueva tienda sientan que están siendo atendidos de forma exclusiva.
No basta con detectar los errores, hay que actuar. El simple hecho de detectar un error en la ejecución de tu tarea, no es suficiente. El error no va a desaparecer por sí solo ni va a mejorar tu situación. Por ejemplo, si en tu trabajo hay tareas que entorpecen tu desempeño y no haces nada para solucionarlo, van a seguir siendo un obstáculo para tu productividad.
En cambio, si tratas de optimizarlas e incluso de eliminarlas de tu lista, dejarás vía libre para que tu productividad avance y con ella tus proyectos.
Imagen | Wikimedia Commons (Ecole polytechnique Université Paris-Saclay, Jérémy Barande)
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La noticia
Bernard Arnault tiene una regla para triunfar en sus proyectos: intentar no cometer errores
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Rubén Andrés
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