Dirimir nuestras diferencias con violencia diría que forma parte intrínseca e inherente del ser humano. Solucionar nuestros problemas con duelos a muerte a ver quién termina de pie y quién pasa a «mejor vida», no tanto, al menos de forma oficiosa. De hecho, de esto sí tenemos registros. Esta es la historia de una actividad que nos dice mucho de la suerte que hemos tenido para seguir existiendo como civilización, y del último duelo “oficial” y el histórico vídeo que lo filmó.
Primeros duelos. Lo cierto es que es realmente complicado marcar el inicio del duelo a muerte, pero tenemos pistas. En la sociedad occidental, el concepto formal de duelo se desarrolló a partir del duelo judicial medieval y de prácticas precristianas más antiguas, como el holmgang de la época vikinga. En la medieval, los caballeros libraban duelos judiciales para poner fin a diversas disputas. Países como Francia, Alemania, Inglaterra e Irlanda practicaban esta tradición.
En cualquier caso, la base original del duelo se basó en un código de honor, y no consistía tanto en matar al oponente sino en obtener «satisfacción», es decir, restaurar el honor demostrando la voluntad de arriesgar la vida por ello. Como tal, la tradición del duelo estaba reservada para los miembros masculinos de la nobleza. Hasta el siglo XVIII, principalmente con espadas, a partir de entonces, los duelos se libraban más comúnmente con pistolas.
El primer código de duelo. Ocurrió en la Italia, aunque el primer código nacional formalizado fue el de Francia, durante el Renacimiento. Desde finales de la década de 1580 hasta la de 1620, se estima que 10.000 franceses (la mayoría de ellos nobles) murieron en duelos. Luego, en el siglo XVII, los duelos se consideraban una prerrogativa de la aristocracia en toda Europa, y los intentos de desalentarlos o reprimirlos generalmente fracasaron.
Sea como fuere, estos primeros códigos eran muy similares, estableciendo las causas legítimas para un duelo, las armas permitidas, la distancia (y el número de disparos más adelante). Los duelistas solían contar con padrinos que supervisaban el cumplimiento de las reglas y negociaban en caso de reconciliación. Por ejemplo, en Japón los duelos de samuráis, conocidos como «kettō», también seguían un código de honor, enfocado en el respeto y la habilidad marcial, y podían implicar el uso de espadas.
Duelos en América. Allí, durante el siglo XIX y principios del XX, los duelos también eran comunes y seguían códigos específicos, como el llamado «Código de Pando» en México, que estipulaba detalles sobre las armas y las condiciones del enfrentamiento. En Estados Unidos, los duelos fueron populares en los siglos XVIII y XIX, especialmente en el sur, y también se regían por un conjunto de normas no escritas que priorizaban el honor.
En todos los casos, los duelos eran considerados una última instancia para resolver disputas personales, y aunque algunas sociedades intentaron prohibirlos, su práctica persistió hasta que finalmente fueron reemplazados por sistemas legales modernos en el siglo XX.
El momento de la munición. Comenzó en Inglaterra hacia 1770. Entonces, el duelo experimentó una serie de cambios importantes. En primer lugar, a diferencia de sus homólogos de muchas naciones continentales, los duelistas ingleses adoptaron con entusiasmo la pistola y los duelos con espada disminuyeron. Para dicho propósito, se fabricaron juegos especiales de pistolas de duelo, siempre dirigido a los nobles más ricos.
Además, el cargo de «segundo» se convirtió en un «amigo» elegido por las partes agraviadas para llevar a cabo su disputa de honor. Estos amigos intentarían resolver una disputa en términos aceptables para ambas partes y, en caso de que fracasara, arreglarían y supervisarían la mecánica del encuentro.
Normas con armas de fuego. Los duelistas, respaldados por estos padrinos, se enfrentaban a una distancia predeterminada, normalmente marcada por pasos contados. Se acordaban las condiciones del duelo, incluyendo el número de disparos permitidos y las armas a utilizar, que debían ser iguales para ambos. Los disparos se realizaban tras una señal clara, y las reglas podían permitir una única ronda o múltiples hasta que uno de los participantes resultara herido o incapaz de continuar.
No era un crimen, o casi. Tomemos como ejemplo Inglaterra en aquella época. Matar en el transcurso de un duelo se consideraba formalmente asesinato, pero por regla general los tribunales eran muy laxos a la hora de aplicar la ley, ya que simpatizaban con la cultura del honor. A pesar de ser un acto criminal, los oficiales militares en muchos países podían ser castigados si no se batían en duelo cuando la ocasión lo requería.
Los últimos duelos, por países. En realidad, hubo tantos como países donde se practicaba, pero por su importancia, vamos a enumerar los más reconocidos. Por ejemplo, se cree que el último duelo fatal en Canadá fue en 1833, cuando Robert Lyon desafió a John Wilson a que dijera algo sobre una maestra de escuela. Wilson mató a Lyon, y luego se casó con la maestra. El último duelo fatal en Inglaterra ocurrió en 1852, entre dos refugiados políticos franceses, Frederic Cournet y Emmanuel Barthélemy. Barthélemy mató a su adversario, y luego ahorcado por la ofensa.
El último duelo a muerte en Estados Unidos fue en 1859. El ex presidente del Tribunal Supremo de California, David Terry, asesinó con una pistola al senador abolicionista, David Broderick. Terry fue arrestado, pero el caso fue desestimado. Por cierto, las pistolas utilizadas se vendieron en una subasta en 1998 por 34.500 dólares.
El último duelo oficial. Curiosamente, no hace mucho del mismo (vídeo encima). Ocurrió en el siglo XX en Francia (1967) y tenemos la filmación del mismo. Gaston Defferre, entonces alcalde de Marsella y candidato a presidente, hablaba en el parlamento, cuando René Ribière comenzó a moverse en su asiento. “¡Cállate, imbécil!”, le espetó Defferre. Ribière desafió a Defferre a un duelo con espada. En este punto hay que recordar que la espada había evolucionado a partir de armas civiles más ligeras para duelos. Estas se desarrollaron bajo la presión de las autoridades, para enfatizar la primera mancha de sangre, en lugar de la muerte.
Aquel último duelo tuvo lugar en una residencia privada en Neuilly-sur-Seine, y fue oficiado por Jean de Lipkowskiin. Ribière se iba a casar al día siguiente y Defferre había jurado no matarlo, aunque dijo que “lo heriría de tal manera que echaría a perder su noche de bodas de manera considerable”.
Desenlace. Defferre, doce años mayor que su adversario, ofreció espadas sin punta; Ribière exigió espadas afiladas. Ribière se negó a detenerse cuando sufrió la primera herida en el brazo y comenzó a sangrar, pero cuando volvió a suceder, Lipkowskiin puso fin al combate.
Nadie murió ese día, y Defferre se convirtió más tarde en Ministro del Interior con François Mitterrand de 1981 a 1984, falleciendo por causas naturales el 7 de mayo de 1986, a la edad de 75 años. Ribière, por su parte, falleció el día de Navidad a los 76 años.
Curiosamente, los dos hombres que se habían batido por su honor quedaron unidos para siempre como la última pareja que se enfrentó en un duelo oficial.
Imagen | Ilya Repin, Dominio Público, Yoshifusa Utagawa, Adrian Volkov
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La noticia
Hasta hace muy poco las diferencias se arreglaban en un duelo a muerte. Tenemos el vídeo del último combate oficial
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por
Miguel Jorge
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